Es muy común ver en las fiestas patronales en los barrios queretanos, el tradicional palo encebado, también conocido como cucaña, que no es más que un poste con una estructura en forma de cruz en su punta, el cual está cubierto con cebo de res, para que los concursantes intenten llegar a la cima y recuperar los objetos colgados a manera de premio.
Los equipos, para este concurso llamativo y secándolo, comúnmente están conformados por cinco personas, que tienen que subir uno encima de otro para intentar llegar a la cima del palo.
Las reglas no escritas de este llamativo concurso son: no utilizar playera, ni zapatos, para que el cebo no sea retirado del palo con mayor facilidad, ya que los participantes deben utilizar brazos y piernas para tratarse de subir.
Entre gritos, risas, aplausos, abucheos y vítores los participantes van quedando impregnados de la grasa animal, algunos de ellos, en ocasiones, son desprendidos de sus pantalones por el impulso de sus compañeros para poder trepar por encima de ellos o simplemente para evitar caer al suelo.