Gastronomía | México tiene platillos exentricos, algunos que vienen desde la prehispanidad de generación en generación, elaborados con los frutos de la naturaleza e incluso con los insectos, tal es el caso de la Salsa de Xamues, Tantarria, Cocopache o Xahuis, nombre que se le da dependiendo en la región donde se elabore.
Es a base de un insecto que se alimenta de los mesquites y su sabor es esquisito, estos animalitos se consumen en lugares áridos como el semidesierto de Querétaro, el Valle del Mesquital en Hidalgo y en otras regiones como Puebla y Oaxaca.
Los insectos son casados durante las temporadas de calor, comenzando la Semana Santa, se ponen en agua con sal para liberar los ácidos que generan y después se azan en comal con sal.
Posteriormente se ponen en el metate (utensilio de piedra con un rodillo el cual muele los alimentos de forma fina y que ya no se usa tanto) o en el metate (utensilio de piedra en forma de olla qué con una piedra se muelen los alimentos y que hoy en día sigue siendo popular para cocinar salsas mexicanas) o bien en una licuadora, acompañado de sal, chiles y dependiendo de quien la elabora, también se le ponen tomates y hiervas como cilantro.
Incluso estos insectos se pueden comer enteros en tacos, un alimento nutritivo y tradicional qué hasta hoy sigue encontrándose en los platillos de los lugares antes mencionados.