Kike León.- En un acontecimiento que marcó un cambio significativo en el paisaje urbano de Querétaro, las casas ubicadas en las calles de Arteaga y Ezequiel Montes, frente a Santa Rosa de Viterbo, fueron demolidas para dar paso a una transformación arquitectónica. Este proceso de demolición, que tuvo lugar alrededor de 1962, dio lugar a la creación de la Plazuela Mariano de las Casas.
Las casas en la calle de Arteaga, con su imponente presencia y características arquitectónicas históricas, fueron eliminadas para dar paso a la nueva plaza. Estas construcciones contaban con altos techos, robustas bardas, ventanales ornamentados, y escaleras de una arquitectura antigua y detallada. Muchas de estas casas exhibían elementos decorativos como pinturas, madera, azulejos y arte del siglo pasado.
La demolición de estas estructuras, aunque significó un cambio en el panorama urbano, también fue motivo de tristeza para muchos residentes y personas ligadas sentimentalmente a estas edificaciones. La calle de Arteaga albergaba una gran vecindad que albergaba a numerosas familias, las cuales tuvieron que ser reubicadas en otros lugares tras la demolición de sus hogares.
Este proceso de demolición no se limitó a la calle de Arteaga, sino que se extendió a otras calles como Corregidora, Zaragoza, Juárez y Ezequiel Montes. Muchas casas fueron demolidas completamente, mientras que otras fueron recortadas para ensanchar las avenidas.
En la actualidad, la Plazuela Mariano de las Casas se ha convertido en uno de los sitios más destacados del Centro Histórico de Querétaro. Con sus arcos clásicos, una impresionante fuente con espectáculo de agua y la vista panorámica del templo de Santa Rosa de Viterbo y el ex convento, ahora ocupado por la Secretaría de Cultura y Museo, la plaza es un testimonio de la evolución urbana y arquitectónica de la ciudad.
