Frida Kahlo en 1939 pintó su auto retrato reflejado en un espejo, simulando que es esta tomada de la mano, aunque con distinta vestimenta, la cual a demás de la mano, se conecta con una arteria a sus corazones expuestos.
En la obra se aprecia la vestimenta tehuana que caracteriza a la pintora mientras que en la otra Frida está vestida con un atuendo victoriano, que según historietas es del arte, puede tratarse de la representación simbólica de sus raíces mestizas y europeas, debido a que su padre, Guillermo Kahlo, era alemán y su madre, Matilde Calderón, era mestiza.
En arteria que conecta a las Dos Fridas, del lado derecho se percibe un pequeño retrato de Diego Rivera mientras que del lado izquierdo está cortada intencionalmente con unas tijeras quirúrgicas por la misma Frida, salpicando el blanco vestido.
Las Dos Fridas actualmente se encuentran en el museo de Arte Moderno en la Ciudad de México, y cada año es visitada por miles de personas, debido que es una de las obras más importantes y emblemáticas de la artista mexicana